INTRODUCCIÓN
La economía de El
Salvador se hace referencia a todo proceso de producción, intercambio,
distribución y consumo de bienes y servicios en la República de El Salvador en
América Central. La economía salvadoreña ha experimentado un gran desarrollo
industrial en los últimos años siendo el tercer país de América Central con el
índice más alto de desarrollo humano después de Costa Rica y Panamá,
concentrándose el mayor desarrollo en su capital San Salvador. Es la décima
séptima economía de América Latina en términos de producto interno bruto (PIB) nominal,
y la décima sexta en cuanto al PIB a precios de paridad de poder adquisitivo
(PPA). El Salvador posee una renta per cápita de 4 498 PIB per cápita Nominal
y 9 257 PIB per cápita PPA según estimaciones del FMI para el 2018.
A continuación,
conoceremos mas acerca de la historia económica reciente de El Salvador,
enfatizando en los principales acontecimientos que sucedieron durante el siglo
XX, siglo en el cual se dieron muchos cambios políticos y económicos con la
finalidad de identificar los antecedentes de nuestra economía y política actual
OBJETIVOS
GENERAL
Analizar los modelos de industrialización para poder tener una idea clara sobre los cambios económicos por los que atravesó el país durante el último siglo para así analizar sus causas en nuestra economía actual.
ESPECÍFICOS
·
Enumerar los distintos ventos
sucedidos en el siglo XX.
·
Analizar y comparar la economía
actual con la pasada.
·
Indagar sobre los beneficios y
desventajas que cada modelo de industrialización dio al país.
CAFICULTURA EN EL SALVADOR
La República Cafetalera de El Salvador, se
remonta a la época de la Colonia, en la cual se iniciaba el cultivo del café.
Para ello los gobiernos incentivaban con exonerar a los que sembraran y
produjeran el " Grano de Oro “.
En Salvador fue en el año de 1840 que
inició el cultivo del café, aunque otros señalan que fue en el año de 1846 a
iniciativa del presidente Eugenio Aguilar.
El cultivo del café a El Salvador no fue
por casualidad. El añil mostraba signos de agotamiento en sus exportaciones, el
aparecimiento de productos químicos, los europeos compraban añil de Asia, etc.
Son algunas de las causas por las cuales se dio origen al cultivo del nuevo
producto agrícola de exportación.
En este reporte se destaca el inicio del
cultivo del café, abordado en el Capítulo Primero. Las reformas al Estado
Salvadoreño, generadas por el presidente Dr. Rafael Zaldívar, el cual es
analizado en el Segundo Capítulo. El Tercero versa sobre Caciquismo Cafetalero.
La caficultura salvadoreña en la época contemporánea es explicada en el Cuarto
Capítulo. Por último, se desarrolla el Capítulo Quinto con la temática del
desarrollo de los pueblos por el cultivo del café.
INICIO DEL CULTIVO DEL CAFE EN EL
SALVADOR
Según fuentes consultadas, el café se
introdujo a El Salvador en la época de la Colonia, a tal grado que se reconoce
que en el año de 1740 llegó a este país desde las islas del Caribe.
Se dice que el cultivo del café en
Centroamérica fue con fines comerciales a partir de 1803, con la exoneración
del impuesto del diezmo y la alcabala por un período de 10 años a toda persona
que sembrara en el reino de Guatemala.
En el caso de El Salvador, fue en 1840 con
la llegada del inmigrante brasileño Antonio Coelho, que estimuló la producción
de café en su hacienda " La Esperanza”, ubicada en las afueras de San
Salvador.
Otras fuentes manifiestan que el café se
introdujo a El Salvador en el año de 1846, por el presidente Eugenio
Aguilar. Este dato es el más reconocido,
ya que estimuló la café con acuerdos proteccionistas para que cultivasen el
nuevo producto que contrarrestará los efectos de la caída de la exportación del
añil. Esto se debió a la aparición de los colorantes artificiales en Alemania,
China y otras zonas asiáticas.
El ingreso del café a El Salvador no fue
por casualidad. Existen varios motivos por la cual se dio, entre los que se
destacan:
1-La industria añilara, que era el
principal producto agrícola de exportación, mostraba signos de agotamiento,
debido a la guerra civil interna en los Estados Unidos; esta guerra hizo que
los Estados Unidos bajara el valor y el volumen de las exportaciones añilaras
de El Salvador.
2-Los comerciantes europeos aumentaron sus
compras de añil proveniente de Asia.
3-El aparecimiento de los productos
químicos. Su aparición sustituyó al añil. Esto hizo que la demanda de añil se
redujera drásticamente como producto de exportación.
4-El cultivo del café ya se venía dando
desde varias décadas anteriores, por lo que, al dejar de cultivar el añil,
aumentó un avance del cultivo del café.
Poco a poco el café fue reemplazando al
cultivo del añil, lo que implicó cambios drásticos en las clases oligárquicas
terratenientes de la época, como se manifiesta en la expresión que.
“Cierto número de familias cuya riqueza se
había basado en el añil se opacaron, mientras que otras que tempranamente
vieron la oportunidad presentada por el café ocuparon sus puestos. Estas
provinieron principalmente de las filas de los inmigrantes extranjeros y las
clases medias urbanas, no de orígenes rurales. Surgió así la Oligarquía de los
cafetaleros que llegó a ejercer un control casi total sobre el país"
El Sr. Eduardo Cilindres también nos manifiesta que el añil no era ya
un producto económicamente rentable, por lo que se le buscaron sustitutos,
" frutos de mayor esperanza”, es decir, productos agrícolas que pudiesen
exportarse.
Es así como se formó la constitución y
consolidación de un Estado-nación cafetalero, basado en la posesión de la
propiedad privada de un pequeño grupo de terratenientes, que explotaban la
fuerza de trabajo de las mayorías y usaban el poder político para realizar un
tipo de Nación que les beneficiara.
DESARROLLO DE EL SALVADOR POR EL CULTIVO
DEL CAFÉ.
Debido al cultivo, producción y exportación
del café, el país experimento ciertos avances en varias áreas. Entre éstas
destacan:
1- Infraestructura: Hospital Rosales,
Teatro Nacional, Teatro de Santa Ana, obras de saneamiento (acueductos y
alcantarillados), sistema eléctrico, se asfaltaron las calles principales de
San Salvador, construcción del " Puente de Oro" sobre el río Lempa,
se termina de construir el ferrocarril que une a San Salvador con las ciudades
de Santa Ana, Sonsonate, Ahuachapán y Acajutla.
2- A la sociedad salvadoreña se le ofrece:
Acceso a la educación, campañas de vacunación, uso de automóviles, camiones y
autobuses, se mejoró el sistema de transporte, se reemplazó las carreteras por
tranvías de tracción animal y tracción eléctrica.
3- Inversión extranjera: Inversión de sus
capitales en la producción, financiamiento y exportación del café (como fuente
de acrecentar sus fortunas).
4- Instituciones de apoyo al café: Banco
Hipotecario, la Compañía Salvadoreña del Café, el Departamento Nacional del
Café, la Asociación Cafetalera de El Salvador, la Federación de Cajas de
Crédito y el Banco Central de Reserva.
5- Medidas económicas: Establecer el tipo
de cambio de o 2.50 por $ 1.00, se emite la ley monetaria, se firman acuerdos
comerciales como el Convenio Interamericano del Café
Mercado Común Centroamericano.
El
Mercado Común Centroamericano está integrado por Costa Rica, El Salvador,
Guatemala Honduras y Nicaragua. Se rige por el Tratado de Managua (1960) y sus
protocolos modificatorios. Su población representa un 6,5% y su territorio un
2,1 % del total de América Latina. Su producto Interno Bruto un 2,2% del de la
región. Actualmente el MCCA constituye una unión aduanera.
Objetivo
Con
el objeto de reafirmar su propósito de unificar las economías de los cuatro
países e impulsar en forma conjunta el desarrollo de Centroamérica a fin de
mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Considerando la necesidad de
acelerar la integración de sus economías, consolidar los resultados alcanzados
hasta la fecha y sentar las bases que deberán regirla en el futuro,
Historia
El
Mercado Común Centroamericano tiene una historia integracionista de
aproximadamente cincuenta años. Este bloque económico y político, renueva sus
objetivos la década de los sesenta y se presenta al mundo como una verdadera
estrategia desarrollo regional para enfrentar los desafíos de la globalización
y afirmar su identidad Internacional, de manera pacífica y sin las dificultades
de autonomía política, vivida por la región en el período de la guerra fría La
idea de integración y unificación política y económica de Centroamérica tiene
raíces profundas. En este sentido los países centroamericanos, han tenido en
cuenta que la integración solamente podría estar asentada con bases firmes,
bajo la creación de intereses económicos, que dieran nacimiento a un proceso de
establecimiento de situaciones trascendentes e irreversibles” El 13 de
diciembre de 1960, se estableció el Mercado Común Centroamericano,(MCCA) en
virtud de la firma del Tratado General de Integración Económica
Centroamericana, el cual constituye la Carta fundamental que rige este sistema
de integración regional. El MCCA, entró en vigencia el 04 de junio del año
1961, y está integrado por cinco países, a saber: Honduras, Nicaragua, Costa
Rica, El Salvador y Guatemala
ESTRUCTURA INSTITUCIONAL
El
Mercado Común está constituido por el Consejo de Ministros de Integración, el
Comité Ejecutivo de Integración Económica (CEIE) y la Secretaría de Integración
Económica Centro Americana (SIECA). Cabe destacar que las reuniones periódicas
a nivel presidencial tienen una fuerte gravitación en la orientación del
proceso de integración. Entre los organismos de apoyo, debe mencionarse, por su
tradición y solidez, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
RÉGIMEN COMERCIAL
El Sistema
Arancelario Centroamericano (SAC) contempla un Arancel Externo Común (AEC) con
un rango arancelario entre 5% y 15%. El AEC está dividido en tres partes. La
primera abarca aproximadamente 95% de las partidas arancelarias y es común a
los cinco integrantes del MCCA. (Se autoriza un sobrecargo de 5% a Nicaragua y
Honduras). La segunda comprende un 3% de las partidas y sus aranceles deberán
ser equiparados progresivamente hasta 1999. El 2% restante está constituido por
partidas que no serán equiparadas. Se aplican salvaguardas intrarregionales.
Existe libre comercio entre todos los países, excepto Costa Rica, país que se
está incorporando gradualmente. Anteriormente se aplicaba un régimen de
excepción para productos agropecuarios considerados vulnerables, ahora solo
para servicios. Es posible imponer salvaguardas intrarregionales cuando un país
se considera afectado por prácticas de comercio desleal. Para la solución de
controversias se cuenta con un cuerpo arbitral compuesto por un representante
de cada país miembro. Existe libre comercio entre todos los países.
Anteriormente se aplicaba un régimen de excepción para productos agropecuarios
considerados vulnerables, ahora solo para servicios. Es posible imponer
salvaguardas intrarregionales cuando un país se considera afectado por
prácticas de comercio desleal. Para la solución de controversias se cuenta con
un cuerpo arbitral compuesto por un representante de cada país.
Evolución General
Para
finales de la década de los setenta los países centroamericanos habían
alcanzado un comercio recíproco equivalente a una cuarta parte de sus
exportaciones totales. Se había construido una infraestructura común y
establecido relaciones entre sus mercados y empresarios.
A
partir de entonces, y a lo largo de prácticamente toda la década de los
ochenta, la inestabilidad política en la mayoría de los países de la
sub-región, las tensiones que se crearon entre ellos y el hecho de haberse
convertido en un centro de conflictos de alcance internacional conformaron una
situación totalmente adversa a los esfuerzos de integración. Tales
circunstancias se reflejaron en el comercio subrregional, al punto de que para
1986 su monto se había reducido en más de la mitad de lo que había sido cinco
años antes. Sin embargo, una vez superadas en lo esencial las crisis políticas,
la reanudación de proceso de integración fue relativamente rápida. Para 1996 el
comercio recíproco alcanzaba a 20% del total de las exportaciones, porcentaje
similar al que presenta para el mismo año MERCOSUR. Esta revigorización tuvo
lugar sin menoscabo del crecimiento de las exportaciones hacia terceros países
(desviación del comercio).
El
problema que se presenta ahora a los países centroamericanos es como continuar
avanzando en la integración sin recurrir a políticas que signifiquen desviación
de comercio. La solución más obvia sería obtener acceso a nuevos mercados y
organizar las actividades de la sub-región en función de ellos. El proyecto de
crear una Zona de Libre Comercio con Panamá y el interés por incorporar a
Belice y República Dominicana manifestado en la reunión de presidentes de Julio
de 1997 muestran que se tiene plena conciencia de la conveniencia de ampliar el
ámbito de la integración subrregional
ODECA Y MCCA
Organización
de Estados Centroamericanos (ODECA). Es un organismo regional creada en 1951
para promover la cooperación e integración. Su órgano supremo es la Conferencia
de jefes de Estado. El secretariado general tiene su sede en San Salvador.
Desde
la creación de la Audiencia de los Confines en 1542, hasta que se disuelven las
Provincias Unidas de la América Central en 1838, los cinco Estados hoy miembros
de la ODECA constituyen una sola unidad política, cuya conciencia no desaparece
con el nacimiento de los Estados independientes.
Los
proyectos y realizaciones unionistas entre 1838 y 1951, año en que se creó la
ODECA, fueron múltiples e ininterrumpidos. Se ensayaron todos los caminos:
confederativos, federativos y unionistas.
En
1839, se reunió en Santa Ana (El Salvador) una conferencia de los disgregados
Estados para aprobar un nuevo pacto federal; se realizaron nuevas reuniones en
Chinandega (1842) y Nacamoe (1847), que fracasaron. Más éxito, aunque efímero,
tuvo el pacto de Amapola (1895), que instituyó la República Mayor de
Centroamérica y la Unión Federal de Centroamérica en 1921; o la creación de la
Corte de Justicia Centroamericana en Cartago (1907), etc.
MCCA
En
1960 la ODECA creó el Mercado Común Centroamericano (MCCA) con el objetivo de
establecer una unión aduanera, y en 1993 el Sistema de la Integración
Centroamericana (SICA). Su carta fundacional del San Salvador fue revisada en
1965.
SINDICALISMO
El
Salvador de posguerra heredó (contrariamente a lo que debió ocurrir) un pueblo
trabajador con muy bajo nivel de organización sindical. La finalización del
conflicto armado y la firma del acuerdo de paz llevaron a la dirigencia del
Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) a considerar
“inconveniente” la continuación de la lucha de calle y a orientar, con y desde
sus bases, el manejo de un lenguaje y de unas acciones conciliadoras. Esto dio
ventajas a las derechas que, sin perder tiempo, “vendieron la imagen del
presidente de la paz”, que introdujo en el país las políticas económicas
neoliberales: privatizaciones del patrimonio del Estado, despidos masivos,
apertura casi total a las ofertas de un mercado sin restricciones (mano de obra
barata, sin pago de aranceles, etc.) y fortalecimiento de la cultura
antisindical. Políticas que convirtieron a El Salvador en país de maquila y de
ensamble.
En
las décadas de los 70, 80 y 90 las justas luchas del movimiento sindical por
sus reivindicaciones laborales, económicas y sociales eran reprimidas y los
dirigentes amenazados, perseguidos, capturados, torturados, asesinados y
desaparecidos. Las luchas se fueron focalizando cada vez más en la defensa de
los derechos humanos, de las libertades sindicales y políticas. Es casi seguro
que fue esto lo que empujó a la misma dirigencia sindical a percibir la
necesidad de incorporarse a los frentes guerrilleros (una especie de escudo
para salvaguardar su seguridad personal y la de su familia).
Esa
incorporación de los más avanzados contingentes de trabajadores y trabajadoras
organizados y sindicalizados en los movimientos político-militares de
liberación nacional se tradujo, en los últimos 20 años, en la pérdida de
capacidades para enfrentar los modelos económicos de ajuste estructural, de
neoliberalismo salvaje y, más recientemente, de tratados de libre comercio con
EE UU y acuerdos de asociación como el que se negocia con la Unión Europea.
El
movimiento sindical, en el caso de El Salvador, no sólo se vació en las
organizaciones del FMLN, sino que se fragmentó y se atomizó más de lo que ya
estaba. Firmado el acuerdo de paz el 16 de enero de 1992, El Salvador dejó de
ser un país con capacidades productivas en las zonas rurales, generador de empleo
en las más diversas actividades de la productividad alimentaria y
agroindustrial, para convertirse en un país “exportador” de trabajadores y
trabajadoras a Estados Unidos, Canadá, Suecia, Italia, España, Australia y, más
recientemente, a países de América del Sur. Al mismo tiempo, el creciente
desempleo fue creando un novedoso tipo de sector laboral: el de la economía
informal, en la actualidad con más de cien mil desempleados convertidos en
vendedores de los más diversos productos.
La
realidad de hoy nos enseña también que el sindicalismo salvadoreño, al no ver
concretado en el acuerdo de paz la parte constitutiva del Foro Económico
Social, evolucionó en dos direcciones: la primera, la de la creación de las más
variadas organizaciones no gubernamentales; la otra, la de los movimientos
sociales, que cada vez más enarbolan las banderas de lucha del sindicalismo.
La
mundialización de la economía convirtió a países como el nuestro en “países
maquileros” o “ensambladores”, en los que la mano de obra se compra barata,
donde se aprovechan las ventajas no arancelarias que da el neoliberalismo y,
sobre todo, los “beneficios” que ofrece el mercado. Trabajadores y
trabajadoras, al igual que la mayoría pobre del país, vieron en el último
evento electoral de 2009 la gran oportunidad de alcanzar el primer gobierno de
izquierda (y no existe duda alguna que la victoria electoral del 15 de marzo
pasó por la amplia participación de trabajadores del campo y de la ciudad, de
dirigentes sindicales y sus organizaciones).
Sin
embargo, hoy todo apunta a que las exigencias de cumplimiento de las promesas
hechas a lo largo de la campaña electoral dominarán el ambiente de las marchas
sindicales. Desde la perspectiva de la Central de Trabajadores Democráticos
(CTD), amplia alianza que se configura como una de las más influyentes e
importantes referencias sindicales del país, El Salvador está transitando a una
nueva realidad política en la que el presidente Funes continuará aplicando
políticas económicas neoliberales. El partido que le llevó a la primera
magistratura se verá obligado a distanciarse de ese gobierno y la clase
trabajadora avanzará a niveles superiores de organización sindical y de
movilización para impulsar los cambios.
A
juicio de la Central, el movimiento sindical se está recomponiendo, se está
readecuando y sus reivindicaciones son cada vez más precisas. Las políticas de
empleo decente, de salarios justos y de respeto y cumplimiento de los derechos
laborales y sindicales son las demandas más comunes que llegan a las oficinas
de los funcionarios gubernamentales y a los portones de las empresas.
En
los últimos años, sin embargo, los movimientos sociales han incidido más en la
sociedad y esto ha abierto un nuevo tipo de alianza en la que se conjugan de
mejor manera las luchas por el derecho al trabajo, a los salarios justos y por
el respeto a los derechos laborales y de organización sindical (cumplimiento de
los convenios 87, 98 y otros de la Organización Internacional del Trabajo) con
las igualmente justas luchas del sector agropecuario. Éste último persigue la
recuperación de la capacidad productiva en el campo, particularmente en lo que
se refiere a la soberanía alimentaria, la protección del medio ambiente, la
defensa del agua, la educación de calidad para todos, la salud para alcanzar un
pueblo sano. Lucha asimismo contra la explotación minera y la construcción de
nuevas presas hidroeléctricas.
De
alguna forma, la inseguridad ciudadana no facilita avances en tales propósitos
de las dirigencias sociales y sindicales, pero en los últimos seis meses las
citadas dirigencias van definiendo estrategias de corto, mediano y largo
alcance para construir otro El Salvador posible. Así, nos encontramos
cumpliendo, entre otras, las siguientes tareas:
·
Construcción de poder popular (organización y movilización)
desde abajo, con la gente y para la gente.
·
Desarrollo de campañas de sensibilización de las más variadas
formas: escuelas, talleres, charlas, conferencias, mitines, marchas,
concentraciones, etc. Una verdadera reeducación sindical.
·
Redefinición y unificación de agendas o plataformas de lucha.
·
Replanteamiento de conceptos como los de unidad, unidad en la
acción, política de alianzas y otros.
·
Realización de campañas de sindicación, afiliación y de
fortalecimiento sindical.
·
Futuro incierto
Para
la clase trabajadora, el futuro aún incierto comienza a mostrar signos de
unidad. Así, para la Central de Trabajadores es evidente que están caminando
por buen rumbo las conversaciones con el Movimiento Popular por la Paz con
Justicia Social (MPJS), con la Unión Nacional de Empleados Públicos (UNEP) y,
sobre todo, con el crecimiento orgánico interno que estamos teniendo con los
sindicatos del sector de economía informal, con la Federación de Sindicatos del
Sector Estatal, cooperativas agropecuarias y otros.
Hemos
iniciado y estamos desarrollando las escuelas de formación sindical y política
2010, estamos muy activos en manifestaciones, concentraciones y otras formas de
democracia participativa. Es más: seguramente, al finalizar el período del
gobierno Funes tendremos un El Salvador con muchos y mejores sindicatos, con
una avanzada construcción de poder popular y con la más firme determinación de
que la fuerza y el poder de los trabajadores y trabajadoras sigue siendo válida
para alcanzar otro El Salvador posible.
CONCLUSIONES
·
Abordar el tema de la integración centroamericana, en
perspectiva económica, social e institucional, ha permitido vislumbrar algunos
de los elementos determinantes de la actual dinámica integracionista.
·
La meta de unificación política prevista por el Sistema de la
Integración Centroamericana, no sería factible si no fuera porque, existen
condiciones económicas y sociales que la permiten. En este sentido, los
gobiernos de la región han logrado aprovechar la estabilidad económica y el
logro de la paz, para cimentar el proceso de integración en unas fuertes bases
institucionales a partir de las cuales se está construyendo la unión política.
·
Sin embargo, el impulso de los esfuerzos recientes, también
fue característico de las primeras iniciativas de integración comercial, a
mediados de siglo, lo cual resalta la importancia de construir el proceso sobre
bases más sólidas que en el pasado.
·
El periodo del siglo XX fue un tiempo de grandes cambios
tanto políticos como sociales lo cual han influido grandemente en nuestra
economía actual.
·
El sindicalismo genero graves disturbios a causa de sus
injusticias políticas por lo que genero la aparición de muchos movimientos
sociales.
BIBLIOGRAFÍA
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cronolog%C3%ADa_de_la_%C3%A9poca_del_siglo_XX_de_El_Salvador
https://www.ecured.cu/Organizaci%C3%B3n_de_Estados_Centroamericanos
https://www.alainet.org/es/articulo/192722
http://www.revistapueblos.org/blog/2010/08/04/el-salvador-sindicalismo-movimientos-sociales-y-globalizacion/
https://prezi.com/oyzecihbc26w/linea-del-tiempo-mcca/
https://es.wikipedia.org/wiki/Mercado_Com%C3%BAn_Centroamericano